Lo que Jobs nunca dijo sobre Adobe.

Apple quemó sus naves para evitar cualquier huida hacia atrás. Sus cuidados dispositivos nunca entrarían en el coto privado de Adobe con Flash. Y así lo argumentó Jobs rindiendo homenaje al estándar HTML en su quinta versión como única alternativa para su navegador de Internet. Y todos asintieron, me refiero desde la prensa más tecnócrata hasta la más mediática pasando por blogs, foros y mesas orondas de prestigio. Había que buscar nuevos epílogos a las profecías de Jobs para reforzar su audacia tecnológica, y es cierto que Steve fue un genio pero nunca fue Dios, si eso un profeta aunque no siempre infalible.

Flash nunca fue santo de mi devoción, aunque reconozco que Cálico Electrónico me supuso una seria prueba de humildad para mis preferencias. Se mostraba ágil, sencillo, interactivo y sumamente divertido. ¿Porqué tanto recelo con Flash para los ideólogos de la manzana mordida? Fue evidente que con la llegada de los navegadores para móvil, la apuesta de Adobe con Flash Lite no fue de lo más brillante, más quizá por culpa de Java y la fragmentación de los diversos sistemas operativos de los fabricantes de móviles. Con lo cual, si somos fieles a los hechos, Flash nunca estuvo en el mundo móvil con la dignísima salvedad de Nokia sobre Symbian y Flash 8. A qué viene ahora a redescubrir un titular que ya estaba escrito: Flash ha muerto para los móviles y HTML5 gana la batalla a Adobe tal y como nos sedujo Jobs.

Flash no estará en los navegadores móviles efectivamente, ya lo sabíamos, pero Adobe sí estará en dispositivos móviles a través de su herramienta Edge y Air lanzada para cubrir el hueco que le faltaba. Nadie gana, nadie pierde, no hubo batalla, bueno si hubo, hay, la del mercado de vídeo en Internet donde Flash lleva aún mucha delantera.

HTML5 tiene una pegada brutal, así lo han demostrado unos pocos estudiosos de la materia sacando productos espectaculares para demostrar más su pericia que su practicidad. Si de algo no adolece Adobe y por ende Flash es de un numerosísimo conjunto de herramientas que hacen su programación sencilla, práctica y polivalente con resultados más que satisfactorios a la hora de, por poner un sólo ejemplo, portar a cualquier tipo de formato. Ya me gustaría decir lo mismo de HTML5 y de su entorno de programación. Si Adobe se esmera con Edge como lo hizo en su día con Flash, liderará no sólo lo que le quede a la era del PC, sino también la pujante etapa de los nuevos formatos digitales móviles.